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Oscar de Hollywood
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OSCARS DE HOLLYWOOD

Los premios de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, de Los Ángeles, popularmente conocidos como Oscars son, desde su nacimiento, uno de los grandes mitos de Hollywood. Como tal, son parte integrante de las dos «majors» que aquí tratamos: Universal y Paramount. Desde sus primera entregas, ambos estudios vieron plasmados sus éxitos en estatuillas. Pero, ¿cómo empezó todo?

El 4 de mayo de 1927, un total de 36 personas de diferentes ámbitos de la industria cinematográfica se reunieron y decidieron crear la Academy of Motion Picture Arts and Sciences, popularmente conocida como la Academia de Hollywood. Desde su fundación, se organizó como una entidad sin ánimo de lucro. Entre los fundadores, cabe destacar a Mary Pickford, Douglas Fairbanks, Harold Lloyd, Cecil B. DeMille, Raoul Walsh, Henry King, Jack Warner y Louis B. Mayer.

Su primer presidente fue el gran Douglas Fairbanks. Desde estos inicios en el cine silente, los objetivos de esta institución han sido ayudar al desarrollo de las artes y las ciencias del cine; promover la cooperación entre los líderes creativos para fomentar el progreso cultural, docente y técnico; reconocer los logros más destacados, cooperar en investigaciones técnicas y mejorar los métodos de trabajo y el equipo técnico; crear un foro común para diversas ramas y especialidades; representar el punto de vista de los creadores cinematográficos; y, por último, celebrar actividades educativas entre la comunidad profesional y el público en general.

Desde su creación en 1927 hasta 1946, la Academia ocupó varias oficinas de alquiler. En diciembre de 1975, la Academia inauguró su sede de siete plantas en el 8949 Wilshire Boulevard en Beverly Hills. En la actualidad, los miembros de la Academia lo son como resultado de una invitación de la junta rectora y sólo la reciben aquéllos que se hayan destacado en las artes y las ciencias cinematográficas. Algunos de los criterios de admisión son: créditos cinematográficos de un calibre que refleje las exigencias de calidad de la Academia; una nominación a los Premios de la Academia; el logro de una distinción extraordinaria; méritos especiales o una contribución especial al mundo del cine. Los miembros representan 13 ramas de la industria: actores, decoradores, directores, ejecutivos, guionistas, montadores, músicos, operadores, productores, relaciones públicas, realizadores de cortometrajes y animación, especialistas de sonido, especialistas de efectos especiales.

Meses después de la creación de la Academia, algunos dirigentes especularon con otorgar una serie de premios para avalar la calidad de los filmes producidos en la Meca del Cine. Uno de los impulsores de la idea, Louis B. Mayer, veía en esto una posibilidad de fomentar la calidad de los filmes.

Así pues, la Academia encargó al director artístico de la MGM, Cedric Gibbons, el diseño de dicho premio. Éste pidió la colaboración de diversos artistas, y finalmente el escultor George Stanley fue el elegido para crear la popular estatuilla dorada. La escultura consistía en un caballero de pie sobre un carrete de película, con una espada entre las manos. Los espacios de la bobina representaban las cinco secciones de la Academia: actores, directores, escritores, técnicos y productores. La estatuilla, de unos 34 centímetros de altura y unos cuatro kilos de peso, en un principio era de bronce macizo chapado en oro. Actualmente son de una aleación de estaño chapado en oro. A título anecdótico, citar que entre 1942 y 1944, debido a la economía de guerra la estatuilla fue de yeso.

El nombre oficial de la estatuilla es Premio de la Academia al Mérito (Academy Awards). Durante un tiempo se le llamaba la estatuilla dorada o la estatuilla al mérito, pero todo el mundo la conoce por su apodo, Oscar, cuyos orígenes no están muy claros. Dice la leyenda que la bibliotecaria de la Academia y futura directora ejecutiva, Margaret Herrick, manifestó que le recordaba a su tío Oscar. Poco después, el personal de la Academia empezó a referirse a él como Oscar. Verdad o mentira, en la sexta edición de los Premios, en 1934, el columnista de Hollywood, Sidney Skolsky, empezó a usar el nombre en su columna para referirse al premio a la Mejor Actriz que se llevó Katharine Hepburn. La Academia no empezó a usar de forma oficial este apodo hasta 1939, aunque artistas como Walt Disney se refirieran a él como Oscar cuando recogían premios con anterioridad a esa fecha.

La primera edición de los premios tuvo lugar durante un banquete celebrado en el Blossom Room del Hotel Hollywood Roosevelt, el 16 de mayo de 1929. Asistieron 250 invitados y las entradas costaban 10 dólares. La entrega de los premios apenas duró cinco minutos. A diferencia de las 25 estatuillas que se otorgan en la actualidad, aquella noche sólo se otorgaron 12 y al año siguiente siete; cifra que se mantuvo hasta 1934. Los premios eran: dos para los actores, uno para la Mejor Película, el Mejor Director, el Mejor Guión, la Mejor Fotografía y la Mejor Dirección Artística. En su primera edición, la película galardonada fue Alas! (Wings, William Wellman), de la Paramount, que recibió otra estatuilla por los efectos de ingeniería.

El mejor actor fue para Emil Jannings por La última orden (The Last Command, Josef Von Stenberg, 1928) y la mejor actriz Janet Gaynor por El séptimo cielo (Seventh Heaven, Frank Borzage, 1928), Amanecer (Sunrise, G.W. Murnau, 1928) y El ángel de la calle (Street Angel, Frank Borzage, 1928). En el apartado al mejor director, se otorgaron dos, uno al mejor director de comedia a Lewis Milestone por Hermanos de armas (Two Arabian Knights, 1927) y otro a mejor director de drama a Frank Borzage por El séptimo cielo.

En esta primera edición ya se empezaba a hablar de cintas triunfadoras como Alas que se llevó dos estatuillas, Amanecer con tres o El séptimo cielo también con tres. Mientras que la Universal se fue de vacío, ya que no presentó ninguna cinta nominada, la Paramount fue una de las triunfadoras de la noche con tres estatuillas por las cinco de la Fox, las referidas de Alas!, y una otorgada a Ben Hecht por el guión de La ley del hampa (Underworld, Josef Von Stenberg, 1927).

Durante los primeros 15 años, los Premios de la Academia se otorgaron en banquetes celebrados en los hoteles Ambassador y Biltmore. Esta costumbre de celebrar un banquete en la entrega de premios se desechó después de 1942. La asistencia multitudinaria y la guerra habían hecho que los banquetes fueran poco prácticos y desde entonces la ceremonia siempre se ha celebrado en teatros, como el actual Shrine Auditorium de Los Ángeles. La ceremonia, que ya desde la segunda gala fue seguida de una enorme expectación sólo se ha dejado de celebrar en tres ocasiones. La primera vez fue cuando una inundación catastrófica casi destruyó Los Ángeles en 1938. La ceremonia se celebró un 10 de abril en 1968 como señal de respeto a Martin Luther King, que había sido asesinado unos días antes y cuyo funeral se celebró el 8 de abril, el día programado para la entrega de los Oscar. En 1981, los Premios fueron postergados durante un día debido al atentado contra el presidente Ronald Reagan, ex miembro del mundo del espectáculo.

En casi ochenta años, los Oscar han trascendido mucho más de lo que en 1927 pensaban Douglas Fairbanks y demás fundadores. No sólo son un sinónimo de calidad dentro del mundo hollywoodiense, sino fuera de él. Cualquier film de cualquier nacionalidad galardonado con una estatuilla, se convertirá en comentario frecuente de aficionados y no aficionados. Su repercusión en taquilla es extraordinaria, de tal manera, que filmes con escaso éxito en fechas precedentes a la entrega de la estatuilla, se han convertido en taquillazas gracias al mítico tío Oscar, ya sea en Los Ángeles, Buenos Aires, Tokio o Madrid. Lo que nació como un premio artístico-industrial para unos centenares de privilegiados, se ha convertido en uno los iconos de la cultura popular del siglo XX y de este joven siglo XXI.