Poemas y Relatos
Web de poemas y relatos
Poemas y Relatos » relatos » Notas teatrales
Notas teatrales
Casal, Julian Del

NOTAS
TEATRALES
Julian del Casal

Todo
el que vive del público, ya como autor, ya como escritor,
ne­cesita reunir, en su persona dos cualidades indispensables:
talento y simpatía. Sin estas dos cosas no es posible
triunfar. Una sola no basta. Es preciso poner las dos a la
vez y conservarlas íntimamente enlazadas. El que tenga
la dicha de poseerlas, puede estar seguro de que realizará
sus más altas aspiraciones.
José Quintana, aplaudido autor cómico, cuyas
piezas bufas son muy conocidas, ostenta reunidas estas cualidades.
Sin ser una no­tabilidad, lo que no pretende, pues tiene
el raro talento de cono­cerse a sí mismo, posee
una inteligencia nada vulgar, la cual le ha servido de guía
en la jornada de la vida y le ayuda a buscarse lo necesario
para satisfacer sus muchas necesidades. Tiene un poco de fantasía
y pide a la vida un poco más de lo que acostumbra a
darnos.
Además de esta cualidad, goza de generales simpatías.
Su nombre es conocidísimo en muchos de nuestros círculos
sociales. Dondequiera que se presenta, está seguro
de encontrar amigos. Por eso se le ve siempre con la sonrisa
en los labios. Abriga la convicción de que todo el
que lo conozca ha de concederle una frase de cariño,
o un fuerte apretón de manos.
Todo lo que decimos, el público se encargará
de demostrarlo asistiendo puntualmente, en la noche del lunes
al teatro de Tacón, donde el simpático Quintana
celebra su beneficio, secundado por los primeros actores de
la compañía que actúa en el gran coliseo.
El programa de la función es variado, interesante y
fascinador. El principal atractivo consiste en el cambio de
papeles entre los artistas. El que ha desempeñado Soledad
González, por ejemplo, en la Mascotte, se encargará
de hacerlo Carmen Luis: El de Pippo, en la misma opereta,
hecho siempre por el señor Palou, estará a cargo
de Pastor. De esta manera se verificará el reparto.
También se representará La Gran Via, encargándose
la Quesada del papel de Menegilda y Carolina Méndez
del de rata primero y baile del Elíseo. Ahora que el
beneficiado piensa retirarse, según hemos oído
decir, a la vida privada, debe hacerlo de manera honrosa;
esto es, con los bolsillos repletos de monedas. Así
se lo deseamos los que lo aprecian, lo tratan y lo admiran.
Los amantes del arte bufo cubano están de plácemes.
Esta noche empieza a trabajar, en el antiguo teatro de Torrecillas,
una com­pañía de actores bufos, formada
por los mejores de ellos. Casi todos son conocidos y sus nombres
se escapan de todos los labios. El cuadro es bastante completo
y el repertorio se compone de muchas obras nuevas. Las funciones
serán por tandas y los programas se pueden leer en
todas las esquinas.
El teatro elegido, que llevará el nombre de Variedades,
ha experimentado grandes modificaciones. El escenario ha sido
ensan­chado y está provisto de nuevas decoraciones,
bambalinas y muebles. Las butacas son bastante cómodas
y en los pasillos pueden estar hol­gadamente numerosos
espectadores. Lo mismo puede decirse de las altas localidades.
Antes de terminar, se nos hace saber, por conducto fidedigno,
que las nuevas obras no serán inmorales. No sabemos
si es por respeto sincero a la moral o por temor a las multas.
Pero de, cualquier modo, nos desagrada la modificación.
Arte bufo cubano y con tendencias moralizadoras, eso debe
ser… ¡insoportable!
HERNANI

La Discusión,
sábado 18 de enero de 1890, Núm. 180